Preguntas frecuentes

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Fisioterapia

Cuando la lesión es reciente, no mayor a 5 días, debe colocarse frío durante 10 a 15 min ya sea por medio de bolsa de hielos o compresa envuelta en una toalla mojada para evitar quemaduras. Cuando la lesión tiene un periodo de más de 7 días es recomendable aplicar compresas calientes 15min. Si la inflamación no cede, se aplican contrastes frío-calor con un tiempo de 3 min frío y 5 minutos calor.

Las articulaciones por la noche permanecen en una misma posición por tiempo prolongado eso provoca rigidez articular, disminución de la circulación y probables espasmos musculares. Es por eso que, al amanecer, el movimiento resulta con dificultad.

Probablemente sea por debilidad muscular, por falta de ejercicio y es recomendable acudir al médico para descartar desgaste de cartílago o alguna otra patología.

Es necesario hacer una valoración fisioterapéutica completa de todas las articulaciones del cuerpo para observar la postura y las curvaturas de la columna vertebral y así descartar posibles hernias en medio de los discos vertebrales, deformidad de las vértebras o comprensión de algún nervio. Es importante aprender sobre higiene postural para saber agacharse, levantarse de la cama, realizar aseo y ciertas actividades de la vida diaria.

Lo que su familiar esta presentando, es alteración en la marcha. Puedes ser por distintos factores, como: pérdida de equilibrio por disminución de la vista, disminución de la audición, vértigo, debilidad muscular. El tratamiento indicado desde la fisioterapia, es trabajar ejercicios de coordinación, reeducación de la marcha, ejercicios de equilibrio y fortalecimiento muscular, no solo de las piernas, sino un programa de ejercicios que englobe todos los músculos que ayudan a mantener la postura.



Gericultura

Proporciónele tiempo suficiente para las tareas y evite contratiempos.
Trate de dar indicaciones simples, paso a paso y utilice un tono de voz suave.
Evalué el nivel de ayuda. Por ejemplo
¿Puede la persona con demencia realizar tareas solo si se le proporcionan los objetos de higiene personal cepillo y pasta dental, rasuradora, etc.), en sus manos?
Los artículos de uso personal deben estar siempre a la vista y en el mismo lugar.
Proporcione privacidad.
Mantenga una rutina para realizar la ducha y el arreglo personal.
Instale silla especial, barras de sostén y tapetes antideslizantes para dar seguridad y tranquilidad.
Si la persona con demencia rechaza el baño, no insista e inténtelo mas tarde.

Con frecuencia la persona con demencia preguntan siempre ¿Qué hora es?, respóndale en términos de actividad “es la hora de comer “ o “es la hora de bañarse”. Estas actividades cotidianas serán punto de referencia.

Mantenga una comunicación clara y sencilla, con frases cortas, utilizando un tono de voz amable.
No infantilice a la persona con demencia.
No hable de él o ella como si no estuviera presente. El tacto, la paciencia y la empatía deben ser claves por parte del cuidador o del familiar.
También se aconseja reducir las distracciones y el ruido de televisión o la radio para ayudarle a concentrarse en lo que usted le esta diciendo. Es común que estas personas tarden en encontrar una palabra o comunicar un pensamiento, por ello amablemente se le debe ayudar a conseguirlo.

Si, realizar actividades de acuerdo a sus capacidades ayudará a mantener y estimular todos los sentidos, además se ejercitan todas las partes del cuerpo, mejorando el estado de ánimo y se favorezca la socialización.

Si, cuidando en todo momento que no se ponga en riesgo, en etapas avanzadas de la enfermedad se requiere de la supervisión continua. Los beneficios que se obtienen al realizar este tipo de actividad son, a nivel de motricidad (movimientos precisos), se fomenta la creatividad y el autoestima.



Nutrición

La pérdida de peso es un hecho frecuente en la evolución de los pacientes con enfermedad de Alzheimer.

En ocasiones se justifica por problemas con la alimentación o nutrición derivados de sus problemas cognitivos (olvidos, dificultad para comprar alimentos, cocinar, apraxias, etc.) o conductuales (negativismo).

Pero incluso si éstos no se producen, se puede perder peso, parece que asociado a un gasto del metabolismo basal alterado (el metabolismo basal es el valor mínimo de energía necesaria para que la célula subsista, cuando hablamos de un gasto basal alterado es porque se está ocupando más energía de la normal) Por otro lado, conductas como el aumento de los movimientos no dirigidos a un fin determinado o deambulación constante pueden contribuir a un gasto de energía elevado.

En resumen, la pérdida de peso es una cuestión habitual en los pacientes con enfermedad de Alzheimer.

Es recomendable que se consulte a un profesional de la alimentación o a un nutriólogo.

La sonda nasogástrica es una sonda especial que lleva alimentos y medicamentos al estómago a través de la nariz. Puede utilizarse para todos los alimentos o para brindarle calorías extra a la persona.

El uso de esta sonda para la alimentación de pacientes con enfermedad de Alzheimer es muy controvertido. En el caso de pacientes en fase grave de la enfermedad, su uso de forma crónica se desaconseja por parte de la sociedades científicas y comités de expertos. Los estudios demuestran que el uso de sondas nasogástricas no mejora el estado nutricional de los pacientes, no mejora su supervivencia, ni evita las aspiraciones de materia orgánica que se pueda acumular en los bronquios, Por el contrario, causa molestias y hace que el adulto mayor no se sienta cómodo.

Es importante, en cada caso, reflexionar con los médicos que tratan al paciente en qué situación se encuentra éste y cuáles son los objetivos de los cuidados a prestar. Si se encuentra en una fase leve o moderada de enfermedad de Alzheimer y por una circunstancia puntual (infecciones, fármacos, etc.), tiene en esos momentos problemas para tragar que requieren del uso circunstancial y temporal de nutrición artificial, el uso de sonda nasogástrica podría ser considerado. Si se encuentra en una fase grave de la enfermedad, los trastornos de la alimentación y la nutrición son característicos y esperables de una enfermedad neurodegenerativa en su fase final. En esta fase de la enfermedad deben primar las medidas de confort y bienestar del paciente sobre cualquier otra, a menos que haya manifestado previamente otra cosa. En estas circunstancias, el uso de sondas nasogástricas debe ser desaconsejado.

Es necesario definir que al hablar sobre alimentación no se hace referencia únicamente a lo que la persona consume, si no a todo el entorno que rodea la alimentación.

En cuestión de dietas, la que más se recomienda para las personas con diagnostico de Alzheimer, es una dieta adecuada y adaptada a sus necesidades físicas, así como a su edad y composición corporal.

Lo más importante es identificar el por qué cuesta trabajo comer, ya que esta dificultad puede ser por diversos factores como la pérdida de piezas dentales, molestia con prótesis dentales, pérdida del sentido del gusto, efectos secundarios de algún medicamento. De igual manera puede ser por la pérdida de movilidad en manos y brazos, o por el avance del deterioro cognitivo.

Si el adulto mayor tiene dificultad para comer solo es importante que no se le apresure. La paciencia es clave a la hora de la comida cuando se presenta un deterioro cognitivo.

Algunas acciones que podemos hacer para apoyar son:
Constante vigilancia a la hora de ingerir alimentos: no dejar al adulto mayor comer solo
Verbalizar las acciones que se hacen durante la comida.
Conseguir cubiertos y platos adaptados para las necesidades del adulto mayor, como pueden ser platos plásticos, mangos ergonómicos.
No cambiar la consistencia de los alimentos abruptamente si no es necesario (de suaves a molidos o de sólidos a suaves).
Cocinar con especias y hierbas para aumentar el sabor de los platillos sin necesidad de añadir más sal o azúcar a las preparaciones.

La cuestión alimenticia va de la mano con la parte social de la alimentación. Un adulto mayor que padece Alzheimer se debe cuidar tanto la cuestión alimenticia como la nutricional.

Es importante que no solo se vele por lo que el adulto mayor con demencia consume, si no el entorno que lo rodea cuando consume sus alimentos.

Existen acciones que podemos realizar como son:

Cuidar que el espacio donde se tomen los alimentos sea iluminado y ventilado.
Establecer horarios de comida.
Procurar que el adulto mayor con demencia nunca consuma solo sus alimentos, de preferencia debe estar acompañado.
No presionar, ni reprender cuando la ingesta de alimentos sea lenta o se derrame algo sobre la mesa.
No dejar al adulto mayor con demencia la decisión de que es lo que comerá hoy, ni tampoco imponerle lo que creemos que es mejor para ellos, pues debemos tomar en cuenta sus gustos y aversiones. Es preferible cerrar las opciones a dos platillos y preguntarle que es lo que se le antoja. De esta manera no causamos estrés al tener tantas opciones, ni quitamos su libertad de elección.
Cuidar la presentación de los platillos y el contraste de las preparaciones con los colores d ellos platos, de esta manera haremos los platillos más apetitosos a la vista.


Trabajo Social

Si los olvidos son conitnuos, desconoce lugares y personas, ya no es recomendable que salga solo. Si insiste, puedes acompañarlo a distancia para que conserve independencia (solo en las etapas tempranas de la enfermedad). En general, no deben estar solas las personas con demencia.

No, ya que podría salirse sin que te des cuenta e incluso usar el auto, situación que lo puede poner en peligro y vulnerable a accidentes.

Solo si la persona se encuentra en una primera etapa de la enfermedad. De lo contrario, siempre se debe favorecer que alguien más los acompañe y no dejarles completamente solos. Aun tienen muchas capacidades pero también tienen periodos de confusión y olvidos.

Por que además de los olvidos, en ocasiones no es consiente de que esta enfermo y su capacidad de juicio no le ayuda a comprender que esta mal que se quede solo en esas condiciones, por que el se siente y cree que estará bien. No luches en convencerlo por que se le va a olvidar.

Por el cansancio al que estas expuesto, tienen un cumulo de sentimientos, cansancio, estrés, actividades, trabajo, el cuidado de la casa y la vigilancia del enfermo, lo que te lleva a algo que se conoce como colapso del cuidador.

Tu debes cuidarte y estar bien, para que puedas cuidar adecuadamente. Pide que te releve alguien de la familia y también busca ayuda profesional.

Enfermería

Conocer las necesidades y capacidades de la persona adulta mayor, potencializar las posibilidades y habilidades, es importante saber lo que puede hacer y lo que no puede hacer.
Háblele por su nombre, incluso cuando usted no esté seguro de cuánto entiende, no utilice denominaciones como “mi viejito”, “mi cariñito”, “abuelo”, etc.
Estimúlele a que se valga por sí mismo en lo que pueda ya que no son dependientes totalmente.
Al inicio de toda actividad, explíquele con claridad y paciencia lo que le va a realizar. Prepare previamente el ambiente y todo el material que va a utilizar durante el cuidado.
Sea persistente.
Antes de realizar una actividad analice los riesgos para usted como cuidador y para la persona adulta mayor que recibe el cuidado (por ejemplo, movilizarlo a la ducha o levantarlo del inodoro).
Recuerde que la seguridad de la persona cuidada en todo momento es importante al igual que su autonomía.
Planifique los cuidados, tomando en cuenta y respetando la individualidad, cultura, género y religión de las personas adultas mayores.
En los cuidados de higiene sea flexible y prepare la situación para que en todo momento según la condición de la persona adulta mayor participe de su cuidado.
Muchas personas adultas mayores se desmotivan cuando ellas son incapaces de cuidarse, déjele hacer ciertas actividades en la medida de sus capacidades, ayúdele a mantener su autoestima.
La ayuda en lo necesario reduce la fatiga.
Permítale que la persona adulta mayor seleccione: su vestido, su peinado y su maquillaje, esto le hará sentir que tiene control sobre su vida, y en caso del varón que escoja la ropa que usará, loción luego de afeitarse, reafirmando la autonomía.
Felicítele, y prémiele siempre por su participación, esto la motivará a tratar de alcanzar más logros diariamente, pero no llegue al cansancio físico, ni mental, la respuesta dependerá de la motivación externa que reciba.

• Cambiarlo todas las veces que sean necesarias y en cada cambio realizar la limpieza general de los genitales, de delante hacia atrás.
• En caso de enrojecimiento de la piel APLICARLE una crema protectora e hidratante sin alcohol, para evitar la aparición de úlceras.
• Elegir el pañal adecuado a cada momento (de noche o de día).
• Vigilar el color, olor y aspecto de la orina por si hubiese infección.
• Establecer comunicación continua para ayudarlo a disminuir el estrés que causa el utilizar pañal permanente.
• Bríndale afecto, comprensión y apoyo emocional permanente, para que no se deje doblegar por el malestar y vencer los temores.
• Estar alerta a cualquier cambio tanto en el olor como en el color de la orina y heces, y comunicar inmediatamente esta novedad al médico tratante.


• Motivarlo a que aprenda a vivir con la disminución visual.
• enseñarlo a mantener la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria, (ABVD): bañarse, vestirse, usar el inodoro, entrar y salir de la cama, continencia y alimentarse.
• Ilumínele los lugares por donde camina y los sitios de lectura.
• Ayúdarlo a organizar una rutina mental diaria de las actividades, haciendo uso de las referencias y pistas del ambiente que le rodea y donde se desenvuelve.
• Estar atento del control periódico de la vista con medico oftalmólogo.

• Informar al médico si la persona adulta mayor ha tenido problemas con algún medicamento en el pasado como: alteraciones de la piel, alergias, mareos, indigestión o pérdida del apetito.
• Tener por escrito siempre los medicamentos de la persona que usted cuida, y comunicar esta información al personal de salud que lo atiende.
• Siempre tratar de informar al médico antes de administrar los medicamentos de venta libre (automedicados), y medicinas naturales, a la persona adulta mayor.
• Tomar en cuenta siempre lo siguiente: el nombre del medicamento, el problema de salud que se espera mejorar, cuántas veces lo debe tomar al día, qué cantidad debe tomar (medida en gotas, miligramos, etc.), en qué tiempo el medicamento empezará actuar, saber si el medicamento debe ser tomado con alimentos o con el estómago vacío o evitar consumo de algunos alimentos, tener conocimiento, de alguna indicación especial del medicamento en cuanto a su almacenamiento, como protección de la luz y si es necesario refrigerar.
• Se debe registrar las horas en que toma cada medicamento.
• Usar recipientes para organizar las pastillas (por días, horas, etc.).
• Nunca aumente o reduzca la dosis sin primero consultar al médico.
• Solo dé medicamentos al adulto mayor si éstos le fueron recetados.
• A no ser que el médico indique lo contrario, termine de dar toda la dosis, aun cuando los síntomas hayan desaparecido. Muchos antibióticos se deben tomar durante 5 a 7 días o más, aun cuando los síntomas desaparezcan después de un par de días.
• Los medicamentos se deben dar con un vaso lleno de agua, excepto cuando las recomendaciones médicas indiquen lo contrario.
• No muela las pastillas o cápsulas sin consultar primero con su médico tratante.
• Muchos medicamentos tienen una capa que protege las paredes de la garganta o del estómago.
• Una tableta molida puede liberar todo el medicamento al mismo tiempo, lo cual puede ser contrario a lo deseado.
• Por este mismo motivo, no permita que la persona chupe o mastique las tabletas o cápsulas sin antes haber obtenido la aprobación de su médico tratante.
• No parta las tabletas por la mitad a no ser que éstas tengan una ranura en el medio para indicar que se puede hacer y verifíquelo antes con el médico.
• Deseche todos los medicamentos cuyas fechas de vencimiento hayan expirado.
• No comparta los medicamentos con ninguna persona.

• Estimularlo para que camine, si la condición lo permite y/o realice ejercicio (movimientos de contracción y relajación abdominal o masajes locales).
• Darle de comer más vegetales crudos, frutas, pan integral y cereales, es decir, alimentos que contengan fibra.
• Motivarlo a que tome de 6 a 8 vasos diarios de líquidos, de preferencia que sea agua natural.
• Estar al pendiente e indicarle que es necesario que acuda al inodoro de ser posible todos los días y en especial después del desayuno.
• No se debe utilizar lavados intestinales (enemas) ni dar laxantes, a no ser que sea recomendación médico tratante.

Apoyarlo a establecer una rutina, haciendo cada noche los mismos preparativos antes de ir a la cama.
Llevarlo a orinar o colocarle calzón tipo pañal para adulto antes de acostarse.
Procurar tener condiciones ambientales adecuadas: cama cómoda, oscuridad, silencio, temperatura óptima.
Ponerle pijamas cómoda de algodón, evite ropa ajustada.
No darle comidas pesadas en la noche. En caso de ser tolerada, un vaso de leche tibia antes de dormir puede ayudar a conciliar el sueño.
Evitarle la estimulación mental excesiva antes de acostarse; las actividades tales como la lectura, o ver programas de televisión, deben ser tranquilas.
Evitarle las siestas durante el día, de ser necesario o prolongadas más de 30 minutos.
Evitarle las bebidas estimulantes (café, té, chocolate) en la noche.
Si la oscuridad asusta o desorienta a la persona, use luces tenues nocturnas en la alcoba y el baño.

Neuropsicología

Afecta a personas de cualquier grupo social, clase, género, etnia, educación, profesión o país de origen.
Es más común entre personas mayores de 60 años, pero adultos más jóvenes también pueden padecerla ya que puede manifestarse a partir de los 40 años de edad.
Existen más mujeres que padecen la enfermedad debido a que logran vivir más años que los varones.

La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia, por tanto constituye uno de los muchos tipos de demencia que existen. Antiguamente los médicos diagnosticaban demencia senil como sinónimo de demencia, pues éste tipo de enfermedad solía presentarse en las personas mayores, no obstante, estas enfermedades no son exclusivas de la vejez y pueden presentarse en personas de menor edad.

En la actualidad el término “demencia senil” está en desuso, pues este es muy general y equivale a decir que una persona mayor está teniendo problemas de memoria sin especificar su causa. Actualmente, los diferentes estudios neurológicos que se realizan a una persona con problemas de memoria, permiten identificar la causa probable de la demencia, por tanto ahora se le da un “apellido” a la demencia, por ejemplo; demencia tipo Alzheimer, demencia vascular, demencia fronto-temporal, etc.

A continuación se enumeran algunos de los síntomas más comunes de esta enfermedad, sin embargo se recomienda visitar a su médico para realizar los estudios necesarios.
Pérdida de memoria reciente (de hechos que ocurren minutos, horas o días antes).
Los problemas de memoria no aparecen solos, se acompañan de fallas en otras funciones mentales, de alteraciones en la conducta o el estado de ánimo.
Conservación de la memoria a largo plazo. Recuerdan detalles de su infancia y juventud.
Desorientación en tiempo (fecha, hora del día) y lugar (lugares conocidos).
Conductas extrañas como guardar y esconder cosas o caminar sin rumbo.
Pérdida de iniciativa y apatía para realizar algunas actividades.
Ansiedad, depresión, irritabilidad, cambios de humor ó comportamiento.
Negación a realizar actividades cotidianas y equivocaciones en la realización de las mismas.
Cambios de personalidad.
Síntomas psiquiátricos (alucinaciones, celos excesivos, desconfianza, agresividad, etc.).
Errores de juicio (gastar todo su dinero en algo inecesario) y dificultad en la toma de decisiones (elegir a corde a sus necesidades).

Lamentablemente se considera “normal” que un adulto mayor tenga problemas de memoria. Sin embargo, esto es falso y constituye un gran mito, pues es posible envejecer conservando las habilidades mentales permitiendo que una persona pueda vivir de manera independiente. Prueba de ello es que muchos adultos envejecen lúcidos e inclusive continúan siendo productivos y creativos.

Si una persona comienza a presentar fallas de memoria, éste puede ser un síntoma temprano de demencia y es necesario acudir al médico, pues es probable que alguna enfermedad esté dañando al cerebro.

El médico especialista realizará una evaluación clínica neurológica, pero además se ayudará de estudios especiales como imágenes del cerebro obtenidas a través de la Tomografía de Cráneo o la Resonancia Magnética de Cráneo.
Además realizará estudios de laboratorio (de sangre, glucosa, hormonales, etc.) para identificar y/o descartar posibles causas. Es de suma importancia la colaboración de un especialista en Neuropsicología para la realización de pruebas de memoria, lenguaje y otros procesos mentales, para establecer un plan de intervención no farmacológico y ralentizar el proceso de deterioro.